Desde ese día, la investigación ha traspasado varias instancias: tras constatar la falta de resultados en los primeros rastrillajes, se activaron alertas federales y de Interpol, y se desplazó el caso a la Justicia Federal al prevalecer la hipótesis de un secuestro con fines de trata de personas  .

A lo largo de los meses han sido detenidos siete adultos presentes el día de su desaparición—entre ellos familiares y allegados, como un ex capitán de la Armada y una ex funcionaria municipal—imputados por presunta “captación con fines de explotación”, sustracción de menores y encubrimiento  .

Se han registrado avances judiciales significativos: una tía del menor admitió haber “plantado” evidencia, y se han realizado exhaustivas pericias vehiculares, jurídicas y forenses; el abogado de la familia afirma que “tiene reconstruido el 98 % del caso”  . Asimismo, en enero‑febrero de 2025 el papa Francisco mencionó en un discurso que una hipótesis extrema vinculaba el caso con una red de tráfico de órganos, aunque esta versión no es oficial  .

A casi un año de su desaparición, la familia y la comunidad mantienen vivo el reclamo de justicia. El principal objetivo sigue siendo esclarecer su paradero, con la esperanza de que aparezca con vida, y que los responsables respondan ante el Tribunal.